Asesoramos al gobierno de la República Democrática del Congo para frenar la infección internacionalmente

¿Qué es el mpox?

El mpox o la viruela del mono es una infección zoonótica que se transmite habitualmente de los animales a los seres humanos y que, en este caso, es causada por un virus del género Orthopoxvirus. Esta infección se localizaba principalmente en brotes limitados en zonas boscosas de África central y occidental, pero en 2022 tuvo lugar un brote epidémico global de transmisión sexual con más de 90.000 afectados. En este caso se trataba de una infección leve o moderada que provocaba principalmente ampollas en la boca, genitales y zona anal. Sin embargo, este verano la OMS ha decretado una emergencia sanitaria internacional por culpa de un nuevo brote localizado en el centro-este de África, sobre todo en la República Democrática del Congo, de carácter más contagioso y de transmisión no sexual.

¿Qué diferencia existe entre el brote de mpox de 2022 y el de este verano?

El brote de mpox de 2022 y el de 2024 presentan algunas diferencias importantes en términos de propagación, respuesta sanitaria y conciencia pública. En cuanto al brote de mpox de 2022, fue el primero a gran escala fuera de las zonas endémicas de África, ya que afectó también a poblaciones de Europa y Norteamérica. Asimismo, su transmisión fue principalmente sexual, con una alta concentración entre los hombres que tenían sexo con hombres. Así, pues, podemos decir que se trató de un brote infeccioso leve o moderado. Por el contrario, el contagio de mpox de este verano ha sido muy diferente, ya que la transmisión ha sido directa y no sólo sexual, es decir mediante lesiones cutáneas, teniendo contacto con animales infectados o a través de objetos contaminantes. Cabe remarcar que este brote de la República Democrática en el Congo ha afectado a 30.000 personas en los últimos dos años. El 75% eran niños menores de quince años y ha habido unas 1.200 muertes, mayoritariamente de niños que tenían otros factores predisponentes, como la malnutrición.

Se ha hablado mucho de las variantes clade 1 y clade 2. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ellas?

La viruela del mono se clasifica en diferentes variantes conocidas como clades. Las dos principales variantes son la clade 1 y la clade 2. La cepa clade 2 es la que provocó el brote infeccioso en 2022. La OMS ha decretado este verano la emergencia sanitaria internacional por mpox de clade 1. En general, podríamos decir que la cepa clade 1 es más grave que la que circulaba hasta ahora porque tiene una tasa de mortalidad más elevada.

¿Cuál es la sintomatología del mpox?

La mayoría de las personas que se contagian de la viruela del mono se recuperan pocas semanas después de adquirir la infección, pero en algunos casos la enfermedad puede convertirse en grave; sobre todo en función de la cepa del propio virus, del acceso a la atención médica y del estado de salud de la persona contagiada.

Los principales síntomas de la enfermedad son:

• Fiebre
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares
• Fatiga
• Inflamación de los ganglios linfáticos
• Erupciones cutáneas que evolucionan hacia lesiones pustulosas

En cuanto a la vacunación de la población, ¿en qué momento estamos?

En este momento en África todavía no ha llegado ninguna vacuna. La República Democrática del Congo ha realizado una primera solicitud de 200.000 vacunas, que se espera que lleguen este mes de octubre. En Cataluña se empezó a administrar la vacuna en 2022. En concreto, la recibieron las personas que habían estado en contacto con personas contagiadas y, de forma preventiva, también se administraron a ciertos colectivos de riesgo. De hecho, desde el grupo de investigación que lidero en la Fundación Lucha contra las Infecciones también queremos valorar la eficacia de las vacunas disponibles con respecto a este nuevo brote de mpox, como hicimos en relación con el brote de 2022.

¿Debemos estar preocupados?

El brote ocurrido en 2022 nos enseñó muchas cosas que hemos podido aplicar en esta nueva ola contagiosa, como es el caso de las herramientas diagnósticas y la vacunación que resulta necesaria para hacer frente a la infección. Sin lugar a dudas, estos son grandes pasos a tener en cuenta, ya que si lo comparamos con el caso de la Covid-19, no teníamos ninguno de estos factores controlados. Cabe decir que, por ahora, el mayor riesgo de contagio sigue encontrándose en las poblaciones en riesgo de la República Democrática del Congo.

¿Qué investigación se ha realizado hasta ahora?

En la Fundación Lucha contra las Infecciones lidero un grupo de investigación desde el que abordamos el mpox. De hecho, me atrevería a decir que somos los principales expertos en la materia internacionalmente hablando, por eso estamos asesorando directamente al gobierno de la República Democrática del Congo con el objetivo de frenar la infección. En concreto, hemos liderado estudios de alcance internacional mediante los cuales hemos podido recopilar datos referentes a la presentación clínica de los casos, identificar las vías de transmisión del virus mpox, así como proponer tratamientos y estrategias de contención con recomendaciones específicas para grupos de riesgo. Si hay alguna persona interesada en conocer más de cerca los estudios que hemos publicado puede verlos publicados en la revista médica The Lancet.

¿Por qué es importante apoyar la investigación económicamente?

Como dice el presidente de nuestra Fundación, el doctor Bonaventura Clotet, la investigación científica vale mucho dinero y sin éste desgraciadamente no podemos seguir avanzando. El dinero semilla es clave para que gran parte de los proyectos de investigación salgan adelante. De hecho, muchos de ellos se financian gracias a las aportaciones solidarias que diferentes organizaciones y personas realizan a lo largo del año. Por tanto, aprovecho este espacio para animar a todo el mundo a que se sume a nuestra investigación, ofreciéndonos un donativo por pequeño que sea. La salud global depende de todos y todas.