La esquistosomiasis genital masculina: un nuevo estudio alerta sobre el reto de diagnosticarla

La esquistosomiasis genital masculina es una enfermedad provocada por la presencia de huevos del parásito Schistosoma haematobium en los órganos genitales masculinos. Esta patología puede causar síntomas como dolor durante la eyaculación, sangre en el semen, inflamación testicular o prostática y, en los casos más graves, se ha asociado con infertilidad, cáncer de próstata y/o transmisión del VIH.

Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud Prostática, es un buen momento para dar visibilidad a un nuevo estudio sobre esta infección. El trabajo ha sido publicado en la revista científica Parasitology, donde el Dr. Sergio España, investigador de la línea de Salud Internacional de la Fundación, en colaboración con el grupo de investigación en esquistosomiasis liderado por la Dra. Amaya Bustinduy (London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM), revisa las herramientas diagnósticas actuales y propone estrategias innovadoras para mejorar su detección.

Un diagnóstico complejo y poco accesible

Diagnosticar la esquistosomiasis genital masculina resulta especialmente complicado, ya que las técnicas convencionales como la microscopía de semen presentan baja sensibilidad y carecen de estandarización. Por otro lado, las pruebas moleculares como la PCR ofrecen una mayor capacidad de detección, pero no son viables en contextos con recursos limitados.

Además, la recogida de muestras de semen conlleva barreras culturales y logísticas que dificultan la implementación de protocolos fiables.

Hacia un nuevo algoritmo diagnóstico para la esquistosomiasis genital masculina

En el artículo publicado se propone un algoritmo diagnóstico en dos fases, alineado con las directrices actuales de la OMS:

  • Una prueba serológica de alta sensibilidad
  • Una prueba de confirmación con alta especificidad (microscopía o técnica molecular), según el contexto local.

Este enfoque podría adaptarse según el contexto epidemiológico y los recursos disponibles y abre la puerta a integrar el diagnóstico de la esquistosomiasis genital masculina en los programas de salud sexual y reproductiva.

Innovación para entornos vulnerables

Los autores del estudio también subrayan la necesidad de desarrollar pruebas moleculares isotérmicas, como el test Sh-RPA, que no requieren cadena de frío y son más accesibles en zonas endémicas. Asimismo, advierten sobre la presencia de especies zoonóticas e híbridas del parásito, que podrían dificultar el diagnóstico y aumentar la carga de la enfermedad.

El grupo de trabajo continuará la investigación sobre esta enfermedad con un estudio pionero desarrollado en Zambia. Los resultados del mismo serán fundamentales para mejorar la comprensión de la epidemiología de la esquistosomiasis genital masculina y serán de gran utilidad en el diseño y validación de nuevos protocolos diagnósticos, adaptados a las necesidades específicas de cada zona.

En definitiva, la esquistosomiasis genital masculina es una enfermedad desatendida e infradiagnosticada que puede tener un impacto directo en la salud prostática y reproductiva de los hombres. En este Día Mundial, queremos reivindicar la importancia de la investigación científica para detectar y tratar patologías que a menudo quedan fuera del radar sanitario, pero que afectan a millones de personas en todo el mundo.