1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida

Los tratamientos de larga duración mejoran la vida de las personas con VIH mientras se sigue investigando una vacuna definitiva

La situación actual del VIH en el mundo se encuentra en un punto crítico con avances y desafíos clave para alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia como amenaza de salud pública antes de 2030. A nivel global, 39,9 millones de personas viven con el VIH, de las cuales el 77% tiene acceso a terapia antirretroviral, un porcentaje muy superior al de décadas pasadas gracias a las mejoras en el tratamiento y el diagnóstico. Sin embargo, persisten grandes desigualdades en el acceso al tratamiento entre regiones y grupos sociales, y todavía se estima que 5,4 millones de personas desconocen que viven con el VIH​.

En 2023, se registraron 1,3 millones de nuevas infecciones, lejos de la meta de reducirlas a menos de 370.000 para 2025. Aunque las nuevas infecciones se han reducido un 39% desde 2010, siguen aumentando en regiones como el Norte de África, Oriente Medio, Europa del Este y América Latina. Además, existen cinco grupos de población especialmente vulnerables: hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, usuarios de drogas inyectables, trabajadores/as sexuales, personas trans y personas en centros penitenciarios, que representan más del 50% de las nuevas infecciones.

Para hacer frente a estos retos, la OMS y ONUSIDA destacan la urgente necesidad de incrementar los recursos, garantizar los derechos humanos y mejorar la accesibilidad a servicios de prevención y tratamiento para todos los grupos, especialmente en las zonas con más barreras de acceso a la salud. Con un esfuerzo global coordinado, todavía es posible reducir la incidencia de VIH y salvar millones de vidas para 2030.

Situación del VIH en Cataluña

En Cataluña, la situación del VIH se mantiene relativamente estable con aproximadamente 460 nuevos casos registrados en 2022, lo que representa una tasa de 5,9 por cada 100.000 habitantes. La mayoría de estas infecciones se producen entre hombres que tienen sexo con otros hombres (57,7%), aunque también existe un porcentaje significativo entre heterosexuales (35,7%). En total, unas 32.579 personas viven con VIH en Cataluña, con una media de edad de 37 años.

Tratamiento de larga duración

Los tratamientos de larga duración por VIH están avanzando hacia una mejora significativa en la calidad de vida de las personas que viven con esta infección. Estos tratamientos, conocidos como antirretrovirales de acción prolongada, están diseñados para administrarse con menor frecuencia gracias a inyecciones o dispositivos implantables que liberan de forma sostenida el medicamento. Esto reduce la necesidad de tomar pastillas diarias y puede ser especialmente beneficioso para personas que tienen dificultades para mantener la toma diaria o que desean una rutina menos condicionada por la medicación.

El primer tratamiento de larga duración disponible es la combinación de inyecciones intramusculares de cabotegravir y rilpivirina, aprobado por diversas autoridades sanitarias globales como EMA y FDA. En ensayos clínicos, este tipo de tratamiento ha demostrado mantener la carga viral indetectable con una administración cada 2 meses, y ahora se están explorando otras combinaciones​.

En la Fundación Lucha contra las Infecciones participamos activamente en ensayos clínicos para evaluar la efectividad y viabilidad de los tratamientos de larga duración en diferentes grupos de pacientes. Al mismo tiempo, gracias a la experiencia acumulada en el estudio del VIH, estamos explorando si un antiviral utilizado durante años contra el VIH puede ser también efectivo en la lucha contra el alzhéimer y los efectos del envejecimiento.

La Dra. Eugenia Negredo, jefe de sección VIH de la Fundación Lucha contra las Infecciones, comenta que los tres retos que tenemos en la actualidad son la prevención (PrEP), el diagnóstico precoz y la calidad de vida.

Prevención del VIH

Actualmente, gracias al tratamiento con PrEP (Profilaxis Preexposició), una estrategia de prevención del VIH que consiste en tomar un medicamento para evitar la infección en personas que no tienen el virus pero tienen un alto riesgo de contraerlo, la propagación de la infección se ha reducido significativamente.

La PrEP es altamente efectiva si se toma de forma adecuada, y actualmente es una de las herramientas más potentes para prevenir nuevas infecciones por el VIH, especialmente en colectivos con mayor riesgo de exposición.

BCN Checkpoint, en colaboración con la Fundación Lucha contra las Infecciones, actualmente proporciona la profilaxis preexposición (PrEP) a 3.900 personas. Sin embargo, la demanda supera la capacidad del centro, con una lista de espera de 3.000 personas y un tiempo de espera estimado de 21 meses para iniciar este tratamiento preventivo.

Diagnóstico precoz del VIH

El diagnóstico precoz es esencial para reducir los diagnósticos tardíos, que representan aproximadamente un 50% de los nuevos casos de VIH en nuestro entorno, según los recientes datos recogidos este año. Esto permitiría intervenir antes en los casos de VIH, mejorando el pronóstico y reduciendo las complicaciones de salud asociadas a una detección tardía.

En línea con las recomendaciones de la OMS, se ha ampliado la oferta de la prueba del VIH con pruebas rápidas en centros de salud, ONG y puntos móviles. Esta diversificación incluye pruebas gratuitas y anónimas para personas con dificultades de acceso al sistema sanitario.

El Plan de Acción frente al VIH y otras ITS 2021-2030 incluye acciones para garantizar el acceso universal a las pruebas de detección y mejorar la sensibilización para detectar el VIH en las primeras etapas.

Calidad de vida de las personas con VIH

Las personas con VIH tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento, como problemas cardiovasculares, cánceres, osteoporosis y demencia, a menudo a edades más tempranas que la población general. Esto implica la necesidad de atención médica integral y tratamientos que consideren su salud general y no sólo la infección por VIH.

En conjunto, estos retos piden un esfuerzo global, con estrategias de salud integrales que aborden las necesidades médicas, funcionales, emocionales y sociales de las personas con VIH, promoviendo una mejor calidad de vida, un envejecimiento saludable y mayor igualdad.