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Ser migrante y mujer, factores de riesgo para desarrollar formas graves de tuberculosis

22/03/2024
Ser migrante y mujer, factores de riesgo para desarrollar formas graves de tuberculosis

Un estudio liderado por la Dra. Silvia Roure, responsable de sección de Salud Internacional y Enfermedades Olvidadas de la Fundación Lucha contra las Infecciones, y la Dra. Cristina Vilaplana de la Unidad de tuberculosis experimental, observa un considerable aumento del número de casos graves de tuberculosis en el área metropolitana de Barcelona durante el período 2019-2021. Esta tendencia puede reflejar el impacto de la pandemia de la COVID-19, que coincidió en una sustancial reducción de las pruebas diagnósticas de esta infección y del posterior acceso a los servicios sanitarios. La investigación confirma que la población migrante residente en zonas de bajos ingresos tiene una mayor prevalencia de presentar formas clínicas graves.

La tuberculosis es todavía un problema de salud pública global que afecta a millones de personas en el mundo, predominantemente en los países donde el nivel de ingresos es bajo o medio, pero, también, se convierte en una amenaza para la salud pública de los países con un nivel alto de ingresos. Pese al progreso significativo de las últimas décadas, se estima que en el 2016 en el mundo había un total de 10,4 millones de personas que contrajeron la enfermedad, de las que 1,6 millones (16%) murieron. De las personas afectadas por tuberculosis, el 90% eran varones, el 10% ya estaban infectadas previamente por el VIH y el 56% de los casos se localizaban en cinco países: India, Indonesia, China, Filipinas y Pakistán.

Tuberculosis diseminada

La tuberculosis diseminada es una forma grave de tuberculosis en la que la infección por Mycobacterium tuberculosis se propaga por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo y se manifiesta afectando a dos o más órganos. En lugar de estar confinada en los pulmones, como en la forma pulmonar típica de la tuberculosis, la bacteria se disemina a otros órganos y tejidos, como el hígado, los riñones, el bazo, el cerebro y los huesos.

El estudio «Disseminated tuberculosis and diagnosis delay during the COVID-19 era in a Western European country: a case series analysis» presenta un análisis detallado de un conjunto de pacientes con tuberculosis diseminada que fueron diagnosticados en el área metropolitana de Barcelona, desde 2019 antes del inicio de la pandemia de la COVID-19, hasta finales de 2021. La investigación objetiva un aumento de casos de tuberculosis diseminada en el contexto pandémico y postpandémico, coincidiendo con un retraso diagnóstico notable. El estudio pretende examinar el vínculo entre el retraso en el diagnóstico y la presentación de tuberculosis diseminada, para determinar los factores de riesgo subyacentes y para realizar un análisis detallado de los hallazgos clínicos, de imagen y de laboratorio de esta forma de tuberculosis.

Aumento de los casos de tuberculosis

El estudio contempla un análisis retrospectivo de todos los nuevos casos de tuberculosis diseminada diagnosticados en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, desde enero de 2019 hasta diciembre de 2021. Éste es el hospital de referencia de la Corona Norte del Àrea Metropolitana de Barcelona con 406.000 habitantes. Los inmigrantes constituyen aproximadamente el 17% de la población. Para todos los pacientes diagnosticados de tuberculosis diseminada, se recopilaron datos sociodemográficos, clínicos y de laboratorio, incluyendo la edad del paciente, el sexo, el índice de masa corporal (IMC), el país o región de origen , la ubicación actual del hogar y los focos primarios y secundarios de tuberculosis en el diagnóstico y resultados de laboratorio e imágenes. Adicionalmente, se señaló la fecha del primer contacto con el sistema sanitario en el que se diagnosticaron síntomas compatibles con el foco inicial de tuberculosis y el número de visitas entre los primeros síntomas registrados y el diagnóstico final de la infección.

La población migrante más susceptible a sufrir la infección

Las comunidades de población migrante suelen ser poblaciones con pocos recursos y factores de riesgo asociados a la transmisión de tuberculosis. Asimismo, son más propensos a desarrollar condiciones subyacentes relacionadas con la pobreza y que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad tuberculosa, como la desnutrición, el abuso de alcohol y la diabetes mellitus. Además suelen experimentar barreras socioculturales para acceder a los servicios de salud. Todos estos factores pueden aumentar el riesgo de enfermedad tuberculosa y un retraso en su diagnóstico.

Conclusión

El equipo que lideró la investigación observó un fuerte aumento del número de casos de tuberculosis diseminada durante el período post pandémico, que es difícil de considerar como una oscilación aleatoria. Esta tendencia puede reflejar el impacto de la pandemia de la COVID-19, que en muchos países del mundo ha dado lugar a una sustancial reducción de las pruebas de tuberculosis y del acceso a los servicios sanitarios.
La Dra. Silvia Roure, responsable de sección de Salud Internacional y Enfermedades Olvidadas de la Fundación Lucha contra las Infecciones, comenta que para conseguir una mayor reducción de la tuberculosis en Cataluña durante los próximos años, es necesario diseñar acciones conjuntas entre los profesionales de los servicios asistenciales y los servicios de salud pública, así como impulsar actuaciones intersectoriales e interdepartamentales. A los esfuerzos por controlar la tuberculosis es necesario sumar los esfuerzos para eliminarla, identificando y tratando los casos de infección tuberculosa latente para disminuir el reservorio del agente causal de esta enfermedad. Asimismo, la doctora apunta a que los programas de contención de la tuberculosis deben englobar aspectos culturales, económicos y médicos de la enfermedad, así como incidir especialmente en los grupos de población inmigrante y especialmente en las mujeres.

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